Esta mañana en la hora de tutoría tanto los alumnos de primero como los de segundo de bachillerato hemos disfrutado de la presencia de Javier Negro que como misionero escolapio nos ha contado su experiencia en África.

JAVIER NEGRO MARCO, escolapio turolense de 71 años acaba de llegar para dirigir la Comunidad Escolapia de Logroño. Como escolapio ha dedicado la mayor parte de su vida al trabajo escolar, a la catequesis de jóvenes y a la atención pastoral de matrimonios, a través del movimiento “Encuentros Matrimoniales”. En los últimos años su vida ha dado un giro al ser destinado como superior de los escolapios de Camerún (África), desde donde impulsó la creación de una nueva misión en el Congo: Kiconka. Vuelto a España ha colaborado con Manos Unidas para dar a conocer la realidad africana y sobre todo congoleña en distintas provincias. Y todo ello sin dejar de elaborar nuevos proyectos y pedir ayuda económica a distintas entidades para seguir colaborando con la misión del Congo, donde hay muchísimo trabajo por hacer.

Gracias Javier por acercarnos al mundo misionero, nos hemos quedado impresionados al saber que existen zonas donde no hay luz ni agua potable, beben en los charcos con las infecciones que esto acarrea. Para comer no hay mucho donde elegir. Las tasas de mortalidad en los bebes son muy elevadas. El coltán, material muy usado para la fabricación de móviles y toda clase de dispositivos tecnológicos, no ha servido más que para esclavizar a los nativos, sobre todo los niños, muchos de ellos mueren explotados mientras las empresas se enriquecen. Nos has dejado sin palabras al ver la fotografía en la que los rascacielos, donde viven los blancos adinerados, se alzan victoriosos y opulentos frente al conjunto de chabolas donde reina la miseria y la pobreza.

Nos conmueve oírte decir que en África has llorado más que en toda tu vida y no nos extraña.

En contraposición con ese mundo de escasez nosotros, muchas veces,  no nos damos cuenta de que vivimos en un entorno privilegiado y no valoramos lo que tenemos quejándonos a menudo.

Gracias Javier por dedicar tu vida a hacer un mundo mejor y concienciar al mundo de que esto no puede ser. Todos deberíamos aportar algo para crear un mundo mejor y más justo.

El gesto más cómodo y sencillo es dar un donativo, con tan sólo un euro, en estos países se pueden conseguir muchas cosas. ¡Colabora!